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Meditación

"Quien mira afuera, sueña; Quien mira adentro, despierta." -  Carl Jung
La meditación es la transcedencia al proceso de soñar, ya que estamos soñando todo el tiempo, "despiertos" y "dormidos", esto es lo primero que debemos comprender. Se trata que sólo pasamos de un sueño a otro, pero nunca estamos realmente despiertos. Buda es el que ha despertado y esto se produce cuando termina el sueño, ya no hay nada más que espacio puro.
Todas las corrientes espírituales buscan el despertar y todas mencionan que el hombre duerme. Por lo general la mayoría, somos máquinas que sólo ven el el sueño, pero que no se ven a sí mismas. Preocupadas todo el tiempo del mundo exterior, juzgando lo que esta bien o mal, sufriendo en un mundo que no es más que una película y  que parece tan real que no somos capaces de notarlo.

Meditaciones Budistas de Maya Yoga "Longchenpa´s Finding Comfort and Easy in Enchantment"

Sueño:  La primera analogía

Totalmente convencido del punto de vista que todas las situaciones, samsara y nirvana, son solo un sueño, sigue las siguientes instrucciones para experimentarlas en la meditación.

Siéntate en un asiento confortable en posición de semi-loto, toma un refugio de triple gema y cultiva la mente-bodhi, luego en un espacio unitario vacío, que es la igualdad absoluta de toda experiencia, aplica tu atención concentrada a este vacío de hechizo mágico.

En la corona de la cabeza, sobre un loto, el sol y la luna coranan claramene la visión del guru raíz, que contiene a yidam y dakoni, inseparables del linage de gurus.

Adóralo  y alábalo, aspirando a cultivar el sentido de sueño, luego permite que tu mismo y el medioambiente se disuelvan en luz, lo cual se desvanece en el guru, cuelgua por un momento en un cielo como espacio vacío. Las bendiciones de realización llueven por si mismas.

Luego como práctica principal medita como sigue:

El mundo exterior, sus montañas y valles, pueblos y ciudades y sus seres vivos, los compuestos de tierra, agua, fuego, aire y espacio, todas las formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones, los cinco objetos sensoriales, y el mundo interno del cuerpo-mente y su conciencia sensorial, toda la experiencia, deben ser atendidos sin cesar como un sueño.

Todas las experiencias de nuestra vida hasta el día de ayer, son sólo imágenes mentales, son como los sueños de la noche pasada, y lo que vemos ahora, a falta todavía de claridad, perceptible, a falta todavía evidencia, es la ilusión de la mente. Ayer y hoy son como los sueños, mañana y al día siguiente, todo nuestro futuro, sólo un sueño.

Totalmente condicionado a la idea que todo es un sueño, si es afirmación o negación, placentero o doloroso, no pienses por un momento en la idea que esto es cierto. En movimiento o sentado, comiendo, caminando o conversando, con la atención constante mantenida en el estado de consciencia de sueño.

Cuando todo lo que vemos, todo lo que hacemos, todo lo que pensamos, es consonante con un sueño, nuestra experiencia se disocia, se desenfoca, en lento movimiento se desvanece. Esta es la última práctica en el desapego.

Apreciando las engañosas apariencias objetivas como un sueño, el intelecto se deja ir y el poseer inmediatamente cesa –el objetivo es desenmascarado, el lado subjetivo se retira. Entonces cada vez que la mente encuentra situaciones como un sueño, el intelecto buscando fuera y dentro y entre medio siendo incapaz de encontrar ningún punto de referencia calmándose en todo espacio penetrante como cielo, y la presencia intrínseca llega desprovista de toda actividad mental compulsiva como simple claridad. El apego cesa, nada a que aferrarse, la nave inventada, sus contenidos perdidos, los fenómenos disociados, carentes de límites. Esta es la conciencia primordial no dual.  

Sobre  una completa familiaridad con esta realización, por una resolución involuntaria del sostenedor y el asido, estamos libres de la atracción compulsiva de la mente a un objeto,  y con una claro sentido de desapego a todas las situaciones, cualquiera presente en sí misma, sin tiempo, vacía, flotando en el espacio. Este es el estado natural primordial del ser.

Una vez que su credibilidad ha sido perdida, la esclavitud a la impura ilusión circunstancial se hace dominante como encanto puro. Como si nunca despertáramos desde un sueño lúcido, la mente pura infunde la base primordial.

Cada ilusión, sin pasado ni futuro pero brillando en el medio, visualizada en el aquí y el ahora, no se percibe como existente; el karma del intelecto inducido por el engaño, en ausencia todavía visible, desde que su naturaleza es primordialmente pura, es como un sueño.

Así como sabemos que el sueño es una visión interna, ausente antes de dormir y después de despertar, brillando solo mientras dormimos,  e incluso luego sin substancia, por lo que sólo deberíamos conocer el fenómeno como sin base, sin fundamento.

Durante el día vuélvete familiar con la realidad del sueño, en la noche cuando la necesidad de dormir llegue acostémonos sobre nuestro lado derecho en una cama cómoda como Buda Sakymuni en su postura de nirvana. Cuando la respiración sea calma y los ojos quietos, y el corazón centrado, con concentración de sueño, visualice una A blanca luminosa de cristal translucido brillante, disminuyendo de tamaño desde una punta a la punta de un cabello, y surge la clara luz del ensueño.

Al principio podemos soñar muchos sueños temerosos, pero conscientes del sueño, el miedo se disuelve por si solo; cuando la concentración natural se logra sin esfuerzo, el yogui sabe que su sueño es un sueño lúcido.

Posteriormente, la práctica es ver todos los sueños como irreales. La ausente pero aparente mente ilusoria, como sueño, no tiene esencia a la que aferrarse, y veremos más allá de la verdad intelectual y de la falsedad.

Luego, en consideración al proceso de transformación de emanación: en el tiempo de sueño, para transformar el cuerpo en Brahma, por ejemplo, o para emanar como un Buda o bodhisattva, simplemente relájese con el deseo de un espacio ambivalente. Como esto, de un momento a otro momento – desde Brahma a Indra, desde un dios a un hombre – cualquiera transformación que desee será llevada a cabo en un mundo irreal. Además, multiplicando esas formas a cientos, miles, o diez millones de veces, desarrollamos la facilidad de curar siempre que sea necesario.

Además, viajamos a cualquier lugar que queramos, a tierras puras, países extranjeros, o a Akanishta donde vemos budas y escuchamos sus palabras impecables y alcanzamos el jnana y samdhi y multitudes de dakinis. A través de una práctica integrada día y noche, la creatividad de la presencia pura seguramente se manifestará, el corazón infaliblemente no distorsionado; esta es la forma más profunda del corazón.

Día y noche, familiarizados con el mundo de los sueños las trabas de las creencias en concreta materialidad son sacudidas del encierro, montañas y paredes ahora no forman impedimento y milagros, poderes síquicos y samadhis están renovados.

Con la experiencia de esta realización directa y profunda, la conciencia primordial, vacía y luminosa, baja, y en el espacio primordial  de la naturaleza de la mente ambos el subjetivo dharmakaya y el objetivo rupakaya, están espontáneamente realizados en un sueño. Aplique atención concentrado en el modo de sueño.


Demostración Mágica: La segunda analogía

Detrás de la realización de esta visión de ilusión mágica cultivamos la ilusión como una broma cósmica. En preparación, como antes, aspire al sentido de ilusión mágica.

Constantemente, día y noche, momento a momento, nuestra tarea principal es atender a cada evento interno y externo como demostración mágica apareciendo por fuerza de las circumstancias, mostrándose, sin corazón o significado, diáfanas y no reales.

Nuestros amores y odios, afectividad positiva o negativa, cualquier emoción que se despierte, certífiquelas como ilusión, entrénese en esta irrealidad.

Ahora vemos que ambos, el exterior visto como fenómeno material y el interior como experiencia mental, son como demostración mágica. Porque son todas ideadas por circunstancias, porque son falsas y engañosas, porque son meras formas de luz, siempre son consideradas como instancias de demostración mágica.

Al momento de dormir, como antes, relájese en el espacio de sueño, en la encantadora irrealidad, no elaborada en su simplicidad. Cualquier sueño ilusiorio que llegue es ahora conocido como una ilusion y estamos libres de miedo y deseamos verdad. Trabajando el sueño como ilusión, transformando emociones, viajando magicamente en tierras puras, cultivadas todas como antes.

Ahora la adición de samsara se abre de golpe y libera en ilusión siendo el permanente nirvana el logro espontáneo de nuestro propósito dual ilusorio. Atienda a esta realidad persistente que es nada solo ilusión.


Glosario

Akanaishta: es el área más alta de Buda

Dakini: visión pura

Dharmakaya: es la dimesión holistica informe de luz y conciencia

Jnana: es el conciencia no dual

Nirvana: “desatar”, es el estado de estar liberado tanto del sufrimiento (dukkha) como del ciclo de renacimiento y muerte.

Nirmanakaya: la dimensión de la manifestación incesante

Rupakaya: es la dimensión de manación formal

Samsara: “flujo continuo”, es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación

Samadi: es la contemplación

 

Sambhogakaya: se refiere a la forma luminosa de luz pura

Trikaya: las tres dimensiones de la realidad Buda (dharmakaya, sambhogakaya y nirmanakaya)


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